jueves, 31 de diciembre de 2015

Los Diádocos y la lucha por la sucesión de Alejandro Magno

Los pasos hacia la guerra

- El imperio tras la muerte de Alejandro:

  Nos encontramos en el año 323 a.C. Alejandro Magno, el soberano del mayor imperio que el mundo antiguo ha visto se encuentra agonizando en Babilonia. Su enorme reino abarca desde las tierras aliadas de Epiro y Grecia en el oeste hasta las inhóspitas tierras a lo largo del río Indo, a miles de kilómetros de la capital macedonia, al este. Con su muerte se desata una terrible catástrofe con sólo  33 años, una edad demasiado temprana con la que no culmina la organización del imperio que en pocos años ha conquistado. Además muere sin descendencia alguna, dejando embarazada a Roxana,su esposa de tierras bactrianas y a su segunda esposa Barsine, persa e hija de Darío III, que también acabó embarazada aunque se cree ilegítimo de Alejandro.
  A su muerte las peleas internas y desacuerdos entre sus generales se agudizaron cuando supieron de sus míticas últimas palabras cuando le preguntaron a quién se le debería entregar el anillo de sucesor, pues este respondería: "al más fuerte". Sus generales, se auto-proclamaron sucesores o diadokoi y comenzaron a imponer sus propias ideas. Algunos propusieron que debería ser el sucesor legítimo e hijo de su esposa Roxana: Alejandro IV, que aun estaba por nacer, el que regiría el imperio. Pero su procedencia extranjera no atrajo muchos seguidores a esta postura. Otros propusieron que debería ser el segundo hijo de Filipo II: Arrideo, que con el nombre de Filipo III se mantuviera en el poder. Finalmente se decretó el ascenso al trono de Filipo III Arrideo, a la espera del nacimiento del hijo de Roxana, pero estas medidas eran insuficientes y temporales, así que se convocó una reunión entre los principales generales de Alejandro para dividir el imperio y decretar los aspectos más importantes.

El Imperio de Alejandro a su muerte

- Los acuerdos de Babilonia:

  En esta reunión se convocarían a los principales y más allegados generales de Alejandro a modo de improvisado gabinete de crisis, a saber:

- Pérdicas: Uno de los más importantes generales. Se convirtió en el sucesor de Hefestión con el título de Quiliarca ("el que está al mando de mil hombres") aunque en este caso su título le profiere una postura superior a los demás generales. Se reivindicó para sí el control del imperio como regente real apoyado por la caballería y propuso la idea de la sucesión de Alejandro IV.

- Crátero: Se le nombró tutor del rey Filipo III ya que este era incapaz debido a unos problemas mentales y, en un principio, se propuso que reinaran conjuntamente ante su posición de respetado general.

- Meleagro: Se enemistó con Pérdicas y su postura de proclamar a Alejandro IV nuevo regente. Propuso a Filipo III con el objetivo de desbaratar sus planes. Fue nombrado en estas deliberaciones general de los cuerpos de infantería.

- Antípatro: Se le concedió Macedonia y el control de las polis griegas. Ya se le había decretado regente de estas regiones antes de la muerte de Alejandro por lo que no tuvo problemas.

- Ptolomeo: Se le concedió la satrapía de Egipto. Localización que ya había pedido y elegido con anterioridad.

- Antígono Monofthalmo: El tuerto. Se le concedieron los territorios de Lidia y Frigia en el Asia menor occidental.

- Lisímaco: Se le concedió la satrapía ya dictaminada de Tracia, al norte de Macedonia.

- Eumenes: Se le concedieron los territorios en el Asia menor oriental de Capadocia y Paflagonia (aún por conquistar)

  Estos acuerdos fueron fuente de muchos conflictos y numerosas luchas internas. La oposición de Meleagro frente a Pérdicas llevó al mandato de su ejecución junto con los demás cabecillas de su oposición entre las filas del ejercito de infantería de acuerdo con una supuesta orden de Filipo III Arrideo que Pérdicas usó de excusa. Después fue Roxana la que dio el siguiente paso con el asesinato de Barsine,la otra esposa de Alejandro.
  Mientras tanto se gestaban una serie de evidentes revueltas tras la muerte de Alejandro a lo largo del reino. La primera fue en Bactria por mercenarios griegos asentados durante la repoblación, a veces forzada, de los territorios conquistados. Al mismo tiempo, en la otra punta del imperio, los Estados griegos crearon de nuevo una coalición por la liberación de las antiguas polis conocida como Guerra Lamíaca. La proliferación de estos y más conflictos llevó a la primera guerra real entre los sucesores.

Primera partición - Acuerdos de Babilonia 323 a.C.

Primera Gran Guerra de los Diádocos (322 - 320 a.C.)

- Las coaliciones:

  Los desacuerdos por la división de las satrapías produjeron problemas internos entre los sucesores, que proliferaron con el casamiento de Pérdicas con la hermana de Alejandro: Cleopatra y su posterior política autoritaria del poder otorgado. Entre los sucesores se crearon dos bandos:

 - Los partidarios del poder de Pérdicas: Formado por el propio general y Eumenes.
 - Los detractores de Pérdicas: Formado por Antípatro, Antígono, Crátero, Ptolomeo y Lisímaco.

  La guerra dio comienzo cuando Ptolomeo cambió el rumbo de la caravana que portaba el cuerpo de Alejandro para ser enterrado en Macedonia, dirigiéndola hacia Egipto y enterrándolo en un paraje hasta ahora desconocido.

- Los conflictos:

  El primer paso lo dio Pérdicas, adentrándose en Egipto sin demasiadas dificultades hasta toparse con el bloqueo que Ptolomeo desplegó a lo largo del delta del Nilo. En este bloqueo Pérdicas perdió gran cantidad de hombres y fue a causa de una sublevación durante la campaña la artífice de su muerte.
  En mejores condiciones se encontraba Eumenes que se enfrentó a Crátero en tierras de Asia menor, acabando con su vida. Sin embargo Eumenes poco podía hacer sin el apoyo de Pérdicas, pues era griego y no podía aspirar a la política macedonia. Además, la muerte de Crátero le creó muchos enemigos.
  Finalmente, se trató de restaurar de nuevo la paz con un nuevo pacto:

- Los acuerdos de Triparadiso (321 a.C.)

  Se decretaron nuevas particiones. A Antígono se le ofreció el control de la casi totalidad de Asia menor con los territorios de Eumenes tras ser derrotado, recibiendo Panfilia y Licaonia junto con las regiones de Licia y Frigia. Antípatro, tras sofocar las rebeliones de los pueblos griegos, se le concedieron de nuevo los territorios de Grecia y Macedonia. Ptolomeo permaneció con los territorios de Egipto y Lisímaco seguiría controlando Tracia. Otros nombres se alzaron en estos pactos repartiendo las regiones de Mesopotamia a los generales Seleuco (Babilonia), junto con  Peitón y Antígenes (Media y Susiana respectivamente) los asesinos de Pérdicas. 

Segunda Gran Guerra de los Diádocos (319 - 315 a.C.)

  Este conflicto comenzó con la muerte de Antípatro o, más bien, con su testamento, pues nombró como su sucesor a un antiguo general de Filipo II: Poliperconte, con el título de Quiliarca. Esto no hizo ninguna gracia a su hijo Casandro, ni tampoco gustó a los demás sucesores, por lo que huyó de Macedonia y formó una coalición en Asia menor contra Poliperconte, mientras que este sólo conseguiría el apoyo de Eumenes tras sobrevivir a la anterior guerra.

  - Coalición de Casandro: Formada por Antígono, Ptolomeo, Lisímaco y Casandro
  - Coalición de Poliperconte: Formada por Eumenes y Poliperconte.

  Casandro conseguiría grandes avances frente a su enemigo tras nombrarse regente gracias al apoyo de la esposa de Filipo III Arrideo: Eurídice. Entre toda esta confusión y con ambos líderes ausentes en Macedonia, Olimpia, la madre de Alejandro, invadió Macedonia entrando así en la lucha tras su exilio, asesinando a Filipo III, a su mujer y otros aristócratas que lo apoyaban. En principio, Olimpia aseguraba así la sucesión de su nieto Alejandro IV. Sin embargo, cuando Casandro regresó a Macedonia consiguió juzgar y acabar con Olimpia. Casandro después casó a Tesalónica, hermanastra de Alejandro, para aumentar su influencia e imponerse en Macedonia frente a Poliperconte que ya escaseaba de aliados.
  Mientras tanto Antígono continuaba con su misión encomendada de acabar con Eumenes a cargo de un enorme ejército, siendo este estratego de Asia. Su persecución se extendió de más hasta que en el 316 a.C. Eumenes fue asesinado a traición por sus propios hombres.

Tercera Gran Guerra de los Diádocos (315 - 311 a.C.)

  Gracias al enorme poder que Antígono había granjeado, se hizo con el control de casi toda Asia conquistada e incluso expulsó a Seleuco de Babilonia, por lo que debió huir junto a Ptolomeo. Llegó incluso a auto-proclamarse protector de Alejandro IV y a liberar los Estados griegos, proclamándolos independientes.
Demetrio Poliorcetes
Hijo de Antígono
  Estas medidas no dieron buena impresión a los demás sucesores que formaron una coalición contra Antígono y su hijo Demetrio.

  - Coalición contra Antígono: Formada por Casandro, Lisímaco, Ptolomeo y Seleuco.
  - Coalición de Antígono: Formada por Antígono y Demetrio.

  Al principio, gracias a las copiosas fuerzas militares que le permitían entablar combate en varios frentes a la vez, Antígono tomó la iniciativa en esta guerra. Sin embargo, la victoria de la oposición antigónica en Gaza (312 a.C.) permitió que la balanza de poder se igualara y de nuevo Seleuco penetrara victorioso en Babilonia. Ante esta situación Antígono se vio forzado a proponer la paz.

La Paz del 311 a.C.

  En estos acuerdos se promulgaron el nombramiento de Casandro como protector de Alejandro IV y Estratego de Europa. Se les mantuvieron los mismos cargos y territorios a Ptolomeo y Lisímaco. Finalmente a Antígono se le concedió los territorios de Asia
  Por otro lado Seleuco, que no participó en estas negociaciones, siguió en guerra con Antígono y su hijo Demetrio en las Guerras de Babilonia del 310 a.C. donde Seleuco se impondría y conseguiría extenderse por las tierras de Media y Elam, formando el desde el 312 a.C. considerado imperio seléucida.

Las Proclamaciones

  En el 310 a.C. cuando Casandro se dio cuenta de que con la ascensión de Alejandro IV su poder se disiparía para siempre, ordenó el asesinato del sucesor junto con su madre Roxana y su segundo hijo ilegítimo: Heracles. Así Casandro acababa definitivamente con la familia de los Árgedas, dejando una suculenta vacante al trono de la sucesión de Alejandro.
  La respuesta no tuvo que hacerse esperar, pues en el 306 a.C. los diadokoi se comenzaron a auto-proclamar reyes cada uno en sus respectivos dominios y legítimos sucesores de Alejandro. 

Cuarta Gran Guerra de los Diádocos (310 - 301 a.C.)

  Con una guerra por librar con el objetivo de acabar con los demás sucesores, Antígono volvió a llevar la delantera al ordenar a su hijo a conquistar los enclaves insulares que estaban a lo largo del Mediterráneo oriental venciendo en Chipre y Rodas, donde Demetrio se ganó el título de Poliorcetes o "el sitiador".
Elefantes de Guerra Indios
   Mientras tanto, las fuerzas terrestres comandadas por el propio Antígono perseguían sin descanso a las fuerzas de Lisímaco y Casandro. Esfuerzos que culminaron con la batalla de Ipsus (301 a.C.) donde, apoyados por las fuerzas de Seleuco y sus temibles elefantes indios, Lisímaco y Casandro acabaron para siempre con las fuerzas de Antígono apropiándose incluso de la propia vida del ya octogenario general. Se acababa con esta batalla con la hegemonía de Antígono para siempre y supondría un punto de inflexión en las guerras de sucesión. 
  Con el final de la cuarta guerra de poder entre sucesores, los territorios se volvieron a repartir. Lisímaco controlaría los territorios en Tracia y Asia menor occidental. Seleuco y Ptolomeo se repartieron los territorios en Siria junto con sus anteriores conquistas. Casandro mantendría su hegemonía sobre Macedonia y Grecia, dejando la soberanía de Atenas, Corinto y demás territorios conquistados a Demetrio.

El último conflicto

  El último periodo de estos tiempos tan convulsos ya no tenía un motivo noble de reconquista del imperio Macedónico que Alejandro había conquistado. Los sucesores ya no buscaban seguir la estela de Alejandro, sus conflictos les habían llevado a guerras entre hermanos de batalla, entre hombres que se habrían entregado la vida mutuamente de haber tenido la ocasión y ahora reñían como niños por la conservación de sus dominios.
Seleuco I Nicator
Ptolomeo I Soter
  De cualquier manera, el conflicto surgió en el 294 a.C. habiendo muerto Casandro, en Grecia cuando Demetrio, deseando restablecer su poder en Asia e intentando consolidar en Grecia su poder, planificó una invasión a sus antiguos territorios. Esta idea se vio frustrada en primera instancia con el enfrentamiento que opusieron Lisímaco y Pirro, rey de Epiro, a Demetrio expulsándolo de Macedonia. Esto no acabó con sus esfuerzos y se dispuso a combatir al enemigo, esta vez en Caria (Asia menor) donde, aunque consiguió varias victorias, fue rechazado y finalmente huyó a Cilicia. A merced de Seleuco y abandonado por sus soldados, Demetrio murió sumido en el alcohol. El fortalecimiento de la hegemonía de Lisímaco alertó los demás sucesores. Seleuco acabó con su vida en la batalla de Corupedio, Lidia, en el 281 a.C. dando fin de una vez por todas a los enfrentamientos
entre los sucesores.

Una nueva generación

  El agotamiento de las guerras fraticidas entre los reinos creados a partir de las satrapías entregadas a los generales de Alejandro se colmó con la vida de casi la totalidad de los sucesores originales. Tras estos,una nueva generación de "sucesores" del imperio alejandrino surgió como soberanos de los imperios que se mantendrían hasta la conquista romana. 
  En Macedonia relevaría el poder de Lisímaco el hijo de Demetrio: Antígono II Gonatas imponiendo la soberanía de su familia durante los siguientes cien años.
  En Oriente, el Imperio Seléucida fue adquirido por el hijo de Seleuco: Antíoco I Soter.
  En Egipto, la dinastía lágida permanecería hasta sucumbir al poder romano con la sucesión del hijo de Ptolomeo: Ptolomeo II Filadelfo.
  En Asia menor, reinos independientes surgieron como gran potencia del periodo helenístico, destacando los reinos de Pérgamo, Bitinia o el Ponto.
  Finalmente nos encontramos ante el fin de las guerras de hermanos que sufrieron miles de almas a lo largo de tres continentes. Fue un acontecimiento que cambiaría el rumbo de la cultura y conexión entre oriente y occidente. Este periodo tan confuso, de tambaleante estabilidad, dejaría paso a un periodo de esplendor artístico y cultural.

-"Si espero perderé la audacia de la juventud"- Alejandro Magno (356 - 323 a.C.)
Ferviente de ansias por morir en la gloria imitando a Aquiles, y que su efímera vida cautivó con mayor gloria su recuerdo.

- Zekraa

lunes, 29 de junio de 2015

La Logística del Ejército Romano Republicano

- Las Campañas en Italia:

Durante su conquista de Italia, Roma se enfrentaba a sus enemigos vecinos, y no necesitaba de un complejo de transporte de alimento para apoyar a su ejército; en realidad, las campañas en Italia seguían la tradición de la lucha en el verano, como puede apreciarse en el antiguo proverbio latino: "verano, cosecha, guerra". Este proverbio define la política de guerra que las naciones poco avanzadas seguían para con su ejército, evitando la guerra en invierno y lanzándose a la batalla no más de unos cuantos meses en el estío. Sin embargo podemos juzgar acertadamente que las conquistas del imperio romano no se llevaron a cabo solo en verano, pero no solo en el imperio. Fue con la llegada del mayor reto de Roma, con las guerras púnicas, cuando se determinará que su ejército no puede combatir solo en unos pocos meses del año. Con la batalla por Sicilia, Roma debía enfrentarse a el problema logístico de mantener a varias legiones en territorio hostil durante varios años. 

Las calzadas romanas fueron creadas por este
motivo, ya que proporcionaban una rápida
comunicación con los puestos de suministros
En las campañas por la conquista de Italia, Roma estaba capacitada para mandar varias legiones a lo largo de la campiña mientras disponía de unos campamentos de suministros que comunicaban con los campamentos avanzados para proveer de avituallamiento y raciones para mantener a un ejército; o bien a través de los pagos en alimento de las ciudades bajo el control romano en la propia península.

- Los Números:

Sin embargo para comprender por qué los suministros se volverían increíblemente difíciles de transportar hay que descubrir el problema de las dimensiones alimentarias:

Molino de mano romano
- De media, los legionarios romanos y los socii necesitan unas raciones de 2/3 de un medimno ático ( lo que equivale a unos 26, 5 Kg) al mes. Teniendo en cuenta que los generales prefieren el trigo y la cebada por su facilidad de transporte y su resistencia. Así, los molinos de mano eran elementos esenciales para el soldado romano.

- Por otra parte los caballos necesitaban de 4-5 Kg de forraje seco diario, y las mulas o animales de carga en general precisan de 2 Kg.

- Para analizar las dimensiones del suministro, podemos determinar que un ejército de unas dos legiones, acompañados por un considerable número de solados y caballeros socii y socii extraordinarii, sumando siervos y demás equipo que acompaña con frecuencia a un ejército hace un total de 20.000 hombres, que suman unos 2.000 caballos y 1.500 mulas consume diariamente la desorbitada cantidad de 35 toneladas de trigo y 25 de cebada diarios, junto con unos 2.000 litros de aceite y 100 de vino, pero sobre todo acceso seguro a una fuente de agua potable cercana, ya que transportarla habría sido imposible.

- Por último hay que aclarar que la dieta del soldado está condicionado por el entorno y que en ocasiones las guerra se alimenta sola y es posible alimentarse solo por el entorno, pero de esto hablaremos más adelante. También se debe recordar que alejarse de una estricta dieta que se repite durante tanto tiempo, hace que los legionarios padezcan enfermedades e incluso mueran, tal y como anuncia Apiano sobre las campañas en Hispania: 
"No tenían vino, sal, vinagre ni aceite y, al comer trigo, cebada, gran cantidad de carne de venado y de liebre cocida y sin sal, enfermaban del vientre e incluso morían."

- La Revolución Logística:

Fue en la primera guerra púnica cuando Roma descubrió que el problema del abastecimiento militar se dilataría y se convertiría en un gran enemigo para el campo de batalla.

En primer lugar hay que tener en cuenta que el avituallamiento habría resultado imposible  llevarlo solo por los soldados, aunque esto habría supuesto una gran ventaja frente a la batalla y a la flexibilidad operacional en la marcha. Por otra parte, llevar el alimento de varios meses en un tren de bagaje habría hecho de este un auténtico inconveniente, proporcionando problemas al ser demasiado largo y mostrando una debilidad militar ante posibles emboscadas, pues se volvería imposible de defender; dotando a este complejo de demasiadas mulas de carga, y con ello demasiado forraje lo haría demasiado difícil de mantener.

Por esto los soldados llevarían alimento a sus espaldas, de no más de 15 días. Además, después de ver la dificultad de transporte, entendemos que el ejército estuviese dotado de un acceso de comunicación acuática, siendo río o mar, y de una enorme cantidad de navíos de carga. A parte, Roma creó dos elementos más destinados al abastecimiento y la seguridad de las rutas. En primer lugar una base de abastecimiento cercana a la zona de guerra y un servicio de enlaces que transportara las provisiones, normalmente dispuestos en la costa donde las rutas de suministros podían ser más viables.

Aun así esto conlleva un problema, y es que el abastecimiento marítimo alcanza poco más que los alrededores del asentamiento portuario, y asegurar las rutas de suministros, tanto por tierra como por mar supone un gran esfuerzo. Las campañas en Hispania se vieron claramente dificultadas y en ocasiones anegadas por la enorme longitud de las largas cadenas de suministros que llegaban tierra adentro hacia ciudades que debían de prepararse para el invierno debido a su accidentada orografía y que, como ya he dicho, en ocasiones se ha renunciado a su mantenimiento.

El motivo de que estas rutas fuesen seguras y llegasen a los campamentos romanos, es en gran parte gracias al puesto marítimo de Siracusa que Hierón permitió servir como punto de convergencia para el avituallamiento de las legiones apostadas en la isla. Fue cuando en el 215 a.C. Herión murió y Siracusa se paso al bando cartaginés cuando la parte más importante de la guerra se vio en peligro, al sentir amenazadas por Cartago estas rutas de abastecimiento. Rápidamente Roma se dispuso a recuperar este importante punto cuando en el 212 a.C. Roma conquistó Siracusa y con ella la seguridad para su linea de suministros. 

- Viviendo de la tierra enemiga:

Eran obvias las ventajas que proporcionaba el arrasar o bien disfrutar del terreno enemigo invadiendo este: No solo suponía un abaratamiento en los costes del abastecimiento del propio ejército y en ocasiones la autarquía de este, sino que reducía el poderío y la moral enemiga. Sin embargo esto también supone algunos problemas, tres en particular:

Escena de recolección de trigo en plena campaña, notese
a los soldados que hacen guardia.

El Potencial Táctico: Un ejército que se ve en una posición táctica desventajosa como fuese un ejército menos numeroso o una inferioridad en caballería - como ocurrió con la posición de Anibal que al tener una caballería claramente superior (celtíbera, númida, gala...) se aseguró un paso libre a través del campo itálico al poseer superioridad en campo abierto y el senado no tuvo otra opción que permitir que sus campos fueran arrasados - que suponen una imposibilidad a la hora de asegurar que los siervos o los propios soldados pudieran cosechar con seguridad. En ocasiones también era posible saquear los silos de las aldeas en lugar de forrajear el campo.

El Calendario Militar: En esta ocasión me refiero a las modificaciones que las necesidades militares permeaban en el calendario agrario respecto a las cosechas. Era el tiempo y las condiciones generales de la guerra las que determinaban el momento en el que las cosechas habían de ser recogidas, y por esto en ocasiones las cosechas se realizaban aun cuando el cultivo estaba madurando.

La Flexibilidad Operacional: Es una cualidad inherente la dificultad que posee mantener acciones que requieren un tiempo prolongado, tales como asedios o campañas de hostigamiento. Sin un continuo aprovisionamiento externo es imposible mantener a un ejercito mientras asedia un asentamiento: patrullas, partidas de castigo, constructores del material de asedio, son demasiados para ocuparse también de una partida de cosecha y cultivo con sus correspondientes guardias.


Hemos podido ver como, tras la guerra púnica, Roma salió, mas que victoriosa, modificada. Modificada hacia la engrasada máquina de guerra que conquistaría el mundo conocido, habiendo descubierto por primera vez el difícil plano de guerra a gran escala, preparándose para largos asedios, complicadas campañas contra organizados Estados y ligas, que supondrían un desafío logístico y de evolución militar continua; Roma sacó grandes conclusiones de este difícil reto y se preparó para lanzarse a nuevas conquistas que determinarían el legado del que hemos podido disfrutar.



- "Bellum se ipsum alet" - La guerra se alimenta a sí misma
   Catón el Viejo

Zekraa