- Las Campañas en Italia:
Durante su conquista de Italia, Roma se enfrentaba a sus enemigos vecinos, y no necesitaba de un complejo de transporte de alimento para apoyar a su ejército; en realidad, las campañas en Italia seguían la tradición de la lucha en el verano, como puede apreciarse en el antiguo proverbio latino: "verano, cosecha, guerra". Este proverbio define la política de guerra que las naciones poco avanzadas seguían para con su ejército, evitando la guerra en invierno y lanzándose a la batalla no más de unos cuantos meses en el estío. Sin embargo podemos juzgar acertadamente que las conquistas del imperio romano no se llevaron a cabo solo en verano, pero no solo en el imperio. Fue con la llegada del mayor reto de Roma, con las guerras púnicas, cuando se determinará que su ejército no puede combatir solo en unos pocos meses del año. Con la batalla por Sicilia, Roma debía enfrentarse a el problema logístico de mantener a varias legiones en territorio hostil durante varios años.
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Las calzadas romanas fueron creadas por este motivo, ya que proporcionaban una rápida comunicación con los puestos de suministros |
En las campañas por la conquista de Italia, Roma estaba capacitada para mandar varias legiones a lo largo de la campiña mientras disponía de unos campamentos de suministros que comunicaban con los campamentos avanzados para proveer de avituallamiento y raciones para mantener a un ejército; o bien a través de los pagos en alimento de las ciudades bajo el control romano en la propia península.
- Los Números:
Sin embargo para comprender por qué los suministros se volverían increíblemente difíciles de transportar hay que descubrir el problema de las dimensiones alimentarias:
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Molino de mano romano |
- De media, los legionarios romanos y los socii necesitan unas raciones de 2/3 de un medimno ático ( lo que equivale a unos 26, 5 Kg) al mes. Teniendo en cuenta que los generales prefieren el trigo y la cebada por su facilidad de transporte y su resistencia. Así, los molinos de mano eran elementos esenciales para el soldado romano.
- Por otra parte los caballos necesitaban de 4-5 Kg de forraje seco diario, y las mulas o animales de carga en general precisan de 2 Kg.
- Para analizar las dimensiones del suministro, podemos determinar que un ejército de unas dos legiones, acompañados por un considerable número de solados y caballeros socii y socii extraordinarii, sumando siervos y demás equipo que acompaña con frecuencia a un ejército hace un total de 20.000 hombres, que suman unos 2.000 caballos y 1.500 mulas consume diariamente la desorbitada cantidad de 35 toneladas de trigo y 25 de cebada diarios, junto con unos 2.000 litros de aceite y 100 de vino, pero sobre todo acceso seguro a una fuente de agua potable cercana, ya que transportarla habría sido imposible.
- Por último hay que aclarar que la dieta del soldado está condicionado por el entorno y que en ocasiones las guerra se alimenta sola y es posible alimentarse solo por el entorno, pero de esto hablaremos más adelante. También se debe recordar que alejarse de una estricta dieta que se repite durante tanto tiempo, hace que los legionarios padezcan enfermedades e incluso mueran, tal y como anuncia Apiano sobre las campañas en Hispania:
"No tenían vino, sal, vinagre ni aceite y, al comer trigo, cebada, gran cantidad de carne de venado y de liebre cocida y sin sal, enfermaban del vientre e incluso morían."
- La Revolución Logística:
Fue en la primera guerra púnica cuando Roma descubrió que el problema del abastecimiento militar se dilataría y se convertiría en un gran enemigo para el campo de batalla.
En primer lugar hay que tener en cuenta que el avituallamiento habría resultado imposible llevarlo solo por los soldados, aunque esto habría supuesto una gran ventaja frente a la batalla y a la flexibilidad operacional en la marcha. Por otra parte, llevar el alimento de varios meses en un tren de bagaje habría hecho de este un auténtico inconveniente, proporcionando problemas al ser demasiado largo y mostrando una debilidad militar ante posibles emboscadas, pues se volvería imposible de defender; dotando a este complejo de demasiadas mulas de carga, y con ello demasiado forraje lo haría demasiado difícil de mantener.
Por esto los soldados llevarían alimento a sus espaldas, de no más de 15 días. Además, después de ver la dificultad de transporte, entendemos que el ejército estuviese dotado de un acceso de comunicación acuática, siendo río o mar, y de una enorme cantidad de navíos de carga. A parte, Roma creó dos elementos más destinados al abastecimiento y la seguridad de las rutas. En primer lugar una base de abastecimiento cercana a la zona de guerra y un servicio de enlaces que transportara las provisiones, normalmente dispuestos en la costa donde las rutas de suministros podían ser más viables.
Aun así esto conlleva un problema, y es que el abastecimiento marítimo alcanza poco más que los alrededores del asentamiento portuario, y asegurar las rutas de suministros, tanto por tierra como por mar supone un gran esfuerzo. Las campañas en Hispania se vieron claramente dificultadas y en ocasiones anegadas por la enorme longitud de las largas cadenas de suministros que llegaban tierra adentro hacia ciudades que debían de prepararse para el invierno debido a su accidentada orografía y que, como ya he dicho, en ocasiones se ha renunciado a su mantenimiento.
El motivo de que estas rutas fuesen seguras y llegasen a los campamentos romanos, es en gran parte gracias al puesto marítimo de Siracusa que Hierón permitió servir como punto de convergencia para el avituallamiento de las legiones apostadas en la isla. Fue cuando en el 215 a.C. Herión murió y Siracusa se paso al bando cartaginés cuando la parte más importante de la guerra se vio en peligro, al sentir amenazadas por Cartago estas rutas de abastecimiento. Rápidamente Roma se dispuso a recuperar este importante punto cuando en el 212 a.C. Roma conquistó Siracusa y con ella la seguridad para su linea de suministros.
- Viviendo de la tierra enemiga:
Eran obvias las ventajas que proporcionaba el arrasar o bien disfrutar del terreno enemigo invadiendo este: No solo suponía un abaratamiento en los costes del abastecimiento del propio ejército y en ocasiones la autarquía de este, sino que reducía el poderío y la moral enemiga. Sin embargo esto también supone algunos problemas, tres en particular:
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Escena de recolección de trigo en plena campaña, notese a los soldados que hacen guardia. |
El Calendario Militar: En esta ocasión me refiero a las modificaciones que las necesidades militares permeaban en el calendario agrario respecto a las cosechas. Era el tiempo y las condiciones generales de la guerra las que determinaban el momento en el que las cosechas habían de ser recogidas, y por esto en ocasiones las cosechas se realizaban aun cuando el cultivo estaba madurando.
La Flexibilidad Operacional: Es una cualidad inherente la dificultad que posee mantener acciones que requieren un tiempo prolongado, tales como asedios o campañas de hostigamiento. Sin un continuo aprovisionamiento externo es imposible mantener a un ejercito mientras asedia un asentamiento: patrullas, partidas de castigo, constructores del material de asedio, son demasiados para ocuparse también de una partida de cosecha y cultivo con sus correspondientes guardias.
Hemos podido ver como, tras la guerra púnica, Roma salió, mas que victoriosa, modificada. Modificada hacia la engrasada máquina de guerra que conquistaría el mundo conocido, habiendo descubierto por primera vez el difícil plano de guerra a gran escala, preparándose para largos asedios, complicadas campañas contra organizados Estados y ligas, que supondrían un desafío logístico y de evolución militar continua; Roma sacó grandes conclusiones de este difícil reto y se preparó para lanzarse a nuevas conquistas que determinarían el legado del que hemos podido disfrutar.
- "Bellum se ipsum alet" - La guerra se alimenta a sí misma
Catón el Viejo
Zekraa